Bailongu, escuela de baile
Si nuestros gobernantes pierden el norte y no señalan caminos demasiado claros para salirnos de la crisis... ¡que consulten a la gente de Bailongu! El Baile de Navidad fue, como cada año, un ejemplo muy brillante de una multitud de gente amable dispuesta a compartir y a alegrarse la vida con todo tipo de apetitosas variaciones alimenticias, que engrandecen el territorio de la amistad y hacen posible que el espíritu de la Navidad se traduzca en una receta que serviría también para definir la vida como una pista compartida donde se baila para disfrutar.
Diciembre 2009