Bailongu, escuela de baile
Un montón de personas buscan su lugar encima del césped, muy juntas, haciendo piña junto al mar, sintiendo la brisa, abrazándose con una sonrisa y levantando las manos hacia arriba hasta escuchar el discreto sonido de la cámara: ¡Click!
Esta es la foto final de un fin de semana feliz e irrepetible. Un fin de semana que comenzaba el sábado por la mañana cuando, poco a poco, las cerca de 300 personas apuntadas iban llegando al hotel de l'Ametlla de Mar donde celebrábamos el 3r Gran fin de semana de Bailongu-Salsongu. Reencuentros de meses o de pocas horas llenaban de cuchicheos, apretones de manos y besos la recepción mientras la gente llegaba, se situaba y descubría un espacio que se abría al mar y a la playa.
Enseguida, la primera decisión: taller de cha-cha-chá o de pasos libres de rock. Cada cual elegía lo que el corazón y las piernas le pedían…fuera un taller u otro, zumba o tango, ir a ver el mar, tomar algo en el bar o leer confortablemente en una butaca algún tesoro de Sant Jordi. Todo el mundo tenía su lugar, todo el mundo encontraba su momento. Dentro de las salas la música, el ritmo, los pasos; afuera el silencio, la serenidad, la quietud.
Después vino la comida, momento de descanso, para reencontrarse, para descubrir platos y compañías, para ir saludando aquí y allá pasando de mesa en mesa.
Por la tarde, después de un merecido descanso, quién quiso volvió a bailar. Los profesores y profesoras habían preparado con muchas ganas, ilusión y horas de ensayo ocho talleres diferentes para que todo el mundo encontrara su espacio, para que todo el mundo se divirtiera y aprendiera a la vez, como intentamos hacer siempre en Bailongu: swingy, son, salsumba, forró, nudos de salsa, caribeños, bachata y rock triple. Dentro de las salas se respiraba interés y pasión, atención y esfuerzo, alegría y compañerismo. Y esto es, sin duda, el mejor premio para unos profesores que disfrutaban viendo disfrutar del baile.
Así fueron pasando las horas, entre bailes, aplausos y sonrisas, entre nudos, rock steps y triple steps. Después la cena, un rato para arreglarse y por la noche el BAILE: Una noche de baile única, variada y divertida. Alternando diferentes bailes y ritmos para que cada cual se la hiciera a su medida.
Después de una noche breve pero intensa, el domingo empezaba con cafés intensos para acabar de abrir los ojos y el apetito. Los más valientes todavía tenían fuerzas para apuntarse con la misma energía del primer día a alguno de los dos últimos talleres, de lindy hop y de ruedas cubana y de bachata junto a la piscina.
Una vez acabados estos últimos talleres, mientras los más apresurados marchaban, todo el mundo fue encontrando su lugar encima del césped, muy juntos, haciendo piña junto al mar, sintiendo la brisa, abrazándose con una sonrisa y levantando las manos hacia arriba hasta escuchar el discreto sonido de la cámara: ¡Click!
3r Gran cap de setmana Bailongu
Abril 2014